La noche es complice de mi tristeza...manifiesta en el recuerdo de lo que era todo para mi.
El dolor por tu partida ha sido tan intenso...
que en ocasiones pienso que he dejado de sentir.
Me refugio entre mis labores y mis libros...
pero no será para siempre.
El día llegará en que las cosas se aclaren...
y sea conciente de la triste realidad que me rodea...
y que no quiero yo aceptar.
Te fuiste, dejandome solo...
tengo el corazón hecho pedazos...
tengo el alma vacía...
ya no estas aquí.
A veces, mi mente me castiga...
al traer los recuerdos
de las noches que estuviste entre mis brazos
frente al mar
delcarando nuestro amor...
O las veces, que paseabamos de la mano
O en aquel parque, donde solíamos jugar
y de los besos con los que me sabias endulzar.
De pronto, la andanada de recuerdos se disipa
y me doy cuenta de tu ausencia.
Te fuiste dejandome aquí...
lamentando tu partida...
tengo una herida aquí escondida
y el tiempo, es el único que sabe...
... cuando cerrará.
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