Hoy te vi, lucías tan linda, tan hermosa que no hay creación sobre esta tierra que se te compare.
Tu presencia se hace notar donde quiera que vayas y hoy tuve la dicha de ser partícipe de esta experiencia.
Gracias al de arriba por permitir que un ángel, como tu, llegue a mi vida.
Dame la fuerza suficiente para dedicar mis días a tu felicidad.
Permiteme compartir noches de luna llena contemplándonos fijamente el uno al otro.
Concedeme la oportunidad de contar con días alegres en los que podamos recorrer la ciudad como dos chiquillos.
La inocencia de los niños debemos mantener, su amor es tan puro, como el que albergo dentro de mi.
Mi anhelo en esta vida es llegar a la eternidad viviendo cada día una nueva aventura que nos llene el corazón.
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